Si bien ciertamente hay otras maneras para tratar el acné, quizá ningún tratamiento se pueda hacer en casa y sea tan económico como el jugo de limón. El jugo de limón contiene ácido L-ascórbico, un astringente natural que seca el acné, además de otros compuestos antibacterianos que combaten las bacteria que produce esta afección.[1] Si bien el jugo de limón podría ser increíblemente efectivo si se lo emplea correctamente, deberás tener cuidado de no empeorar las lesiones y evitar una mayor sensibilidad y daños solares.
Lava o exfolia tu rostro para eliminar la grasa, las impurezas y el sudor. Muchos prefieren dejarse el jugo de limón toda la noche y lo incorporan a su rutina de cuidados faciales antes de irse a dormir. Si no quieres dejarte el jugo de limón toda la noche, prueba aplicártelo justo después de lavarte la cara en la mañana. Asegúrate de que esté completamente seca e hidratada antes de proceder.
Toma un hisopo y mojalo en una rodaja de limón fresco. Deja el hisopo dentro del limón unos cuantos segundos para que absorba una buena cantidad. Con el hisopo, da ligeros toques solo al acné y a las cicatrices del acné. Deberás sentir un ligero escozor, pero sin dolor. Vuelve a mojar el hisopo en la rodaja de limón las veces que sea necesario. Solo dirígete a las áreas problemáticas
Cubre el limón con papel film y espera unos 30 minutos o toda la noche para lavarte la cara. El periodo que decidas dejar el jugo de limón en tu piel dependerá de dos aspectos: ya sea si vas a aplicarlo en las cicatrices, el acné o según la sensibilidad de tu piel:
¿Cicatrices o acné? Si vas a tratar solamente las cicatrices, tendrás mayor flexibilidad, porque se supone que usarás el jugo de limón para aclarar la piel, no para eliminar el acné. En este caso, podrás dejarlo durante varias horas a toda la noche. Si vas a tratar el acné, déjatelo por menos tiempo.
¿Piel sensible o no? A las personas con piel sensible les resulta más difícil dejarse el jugo de limón por periodos largos. Si tu piel es muy sensible, se enrojece con facilidad o por lo general te causa molestias, limítate a aplicártelo un par de horas antes de experimentar con periodos más largos.
Lávate la cara para eliminar el exceso de jugo de limón. Para obtener los mejores resultados, aplícate el jugo de limón después de 1 a 3 días durante un periodo de varias semanas. Si el jugo no te brinda los resultados esperados, consulta con un dermatólogo o infórmate en otras fuentes acerca de otros tratamientos para curar el acné rápida y naturalmente.
Lo que no debes hacer:
No te apliques una rodaja entera de limón directamente sobre tu rostro ni lo cubras completamente con jugo de limón. El limón es increíblemente ácido, desprende aceites naturales y altera el pH natural de la piel. Además de todo ello, a las personas con piel sensible les será mucho más difícil lidiar con demasiado jugo de limón. Recuerda, un poco podría hacer mucho. ¡Solo porque un poco sea bueno no quiere decir que mucho será mejor!
No te apliques el jugo de limón en lesiones abiertas. Si tu acné es grave y tienes heridas o lesiones abiertas, no te recomendamos el jugo de limón. Si bien combatirá el acné, es probable que dañe la piel alrededor y la dejará peor.
Podrás tratar de usar jugo de limón en el acné activo que no esté abierto o que no haya reventado. Deja de usarlo si tu piel muestra signos de enrojecimiento, irritación o erupciones.
No pases periodos largos de tiempo bajo el sol después de usar el jugo de limón. El jugo de limón hará que tu piel sea particularmente susceptible al daño solar. Por eso mucha gente prefiere aplicarse este jugo en la noche en vez de hacerlo en la mañana, luego se lo lava al despertarse. Si eliges usar el jugo de limón durante el día, procura proteger tu piel de la luz solar: ponte bloqueador, un sombrero, etc.
Ten cuidado si vas a usar el jugo de limón con muchos otros productos. Si quieres probar este jugo para curar el acné y sus cicatrices, ten cuidado al usar otros productos para la piel junto con el jugo de limón. Podría ser más útil aplicarte limón a la piel en los días en que tu rutina de cuidados faciales no incluya productos con peróxido de benzoílo, ácido salicílico, etc.